Las heridas del Congo

Miles de congoleños llevan las marcas de la guerra en sus rostros, algunas se borrarán, pero otros las llevarán por siempre en su memoria.

Miles de congoleños llevan las heridas de la guerra en sus rostros. Son marcas físicas que pueden sanar, pero las psicológicas quedarán en su memoria. Su sufrimiento continúa, mientras el conflicto que se extiende ya una generación en las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, en el este de la República Demócrata del Congo (RDC), no tiene visos de acabar.
El actual conflicto en la RDC se remonta a 1998, cuando una rebelión apoyada por Ruanda y Uganda se enfrentó al régimen de Laurent-Désiré Kabila.
Médicos sin Fronteras (MSF), una de las pocas organizaciones humanitarias que todavía trabaja en las regiones más violentas de los Kivus y Haut y Bas-Uélé, lanzó en diciembre de 2008 Estado: Crítico, una página web destinada a sacar del olvido y del silencio a las víctimas de los conflictos armados de la República Democrática de Congo.
A través de vídeos, fotografías, blogs y testimonios directos, MSF se ha hecho eco a lo largo de todo 2009 del sufrimiento de miles de congoleños. El proyecto ha llegado a su fin con "Heridas" para recordar al mundo que el sufrimiento de la población congoleña continúa y que el conflicto no ha terminado aún. Miles de personas del este de Congo siguen siendo agredidas, violadas y expoliadas; siguen huyendo para salvarse; siguen perdiendo a sus seres queridos y siguen temiendo por sus propias vidas. Sus heridas, internas y externas, se multiplican cada día.
En "Heridas" se cuenta, por ejemplo la historia de Pierrette, una niña de unos 15 años secuestrada por hombres armados y abusada por uno de ellos todas las noches. O de Antoine, de 16 años, secuestrado durante cuatro meses y obligado a hacer diferentes tareas, que en caso que se negara hacerlas, le acarreaban palizas con látigos.
Para llegar a las zonas rurales, los equipos de MSF transportan clínicas móviles y dan apoyo a las precarias estructuras de salud en ambas provincias. Según la organización, de noviembre de 2008 a octubre de 2009, MSF realizó unas 530.000 consultas y trató a casi 5.000 pacientes con cólera.
"Aunque éste es el último especial de Estado Crítico, MSF seguirá ofreciendo asistencia médico-humanitaria a la población del este de Congo", afirma la organización en un comunicado.

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