DE PARTE DE LA PRINCESA MUERTA


Kenize Mourad, escritora turco-india-francesa, nos cuenta a través de más de 600 páginas de novela histórica lo que fue la corta pero intensa vida de su madre, la princesa Selma de Turquía, nieta del sultán otomano Murad V. Una novela dividida en 4 partes, que se lee fácilmente y que nos mantiene en tensión por conocer el siguiente paso en la vida de esta sorprendente mujer, que vivió en primera persona unos cuantos de los acontecimientos más representativos de la primera mitad del siglo XX.
Está fantásticamente bien ambientada, y aunque el hilo conductor del libro es la vida de Selma, la autora nos irá salpicando con pinceladas sobre el entorno de la protagonista. Así, viviremos en primera persona la derrota de Turquía en la Primera Guerra Mundial, la vida de los pudientes en el Beirut ocupado por los franceses, la convulsa India previa a su independencia o el París en el momento en que es conquistado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial. Como veis, un marco más que interesante para el desarrollo de una novela biográfica, reconstruida a partir de documentos, entrevistas y viajes varios, pero no a través del testimonio personal de la protagonista.
Turquía
La novela comienza cuando Selma es una pequeñaja que corretea y se divierte por el palacio de los últimos sultanes otomanos en Estambul, dominadores durante siglos del imperio turco y líderes del mundo musulmán. A través de sus ojos descubriremos los rincones escondidos de un palacio turco, con sus costumbres, sus rituales, sus procedimientos, etc… Con pocos años de edad, Selma vivirá el amargo sabor de la derrota en la Primera Guerra Mundial por combatir al lado de los alemanes, y la insultante dominación de la ciudad por parte de los vencedores: franceses, italianos, y los especialmente puñeteros ingleses y griegos.
Asistiremos igualmente a uno de los episodios más importantes de la historia turca, con la pérdida del poder de los sultanes, dando inicio a la entrada de Turquía en el mundo moderno. Este momento supondrá el exilio de los últimos restos de la familia dirigente a diversos lugares. Una incrédula Selma y su madre Hatidje Sultana, se verán obligadas a huir junto a Zeynel -su fiel eunuco- y unas escasas pertenencias hacia Beirut, con la idea de permanecer cerca de su tierra natal, esperando que algún día su familia sea restituida en el lugar que les corresponde.
Líbano
Exiliadas en Beirut, la sultana y su princesa tendrán que acostumbrarse a su nueva vida, alejada de todos los lujos y ventajas de su anterior estado, en un país bajo dominio francés. Selma recibirá su educación juvenil en uno de los mejores colegios de la ciudad, dirigido por monjas francesas, lo que le acarreará una serie de conflictos con sus compañeras y algunas de sus maestras. Una vez finalizados sus estudios, Selma se zambulle de lleno en el mundo nocturno de la alta sociedad libanesa y comienza a descubrir los tortuosos senderos del amor platónico juvenil, al enamorarse del hombre equivocado. Un desengaño que irá forjando su caracter poco a poco y que le servirá para ir descubriendo la verdadera cara de la vida, algo alejada de su mundo de sueños infantiles.
Su madre, tras un fracasado intento de unir a su hija con la casa reinante albanesa, consigue un matrimonio ventajoso con Amir, un rajá de la India al que ni siquiera conocen, pero que acepta encantado el unirse con tan principal estirpe, y allí que envían a Selma, junto al fiel Zeynel.
India
Selma llega, siendo aún una jovencita, a un país que se debate entre la sumisión ante los ingleses, dominadores del país desde hace muchos años y los movimientos por la independencia, liderados entre otros por un pacifista revolucionario, Ghandi, que con la no violencia como bandera, lidera a las masas de indios descontentos con el dominio británico. Tras casarse con el rajá de una provincia no demasiado relevante en el conglomerado indio, Selma decide dedicarse por entero a su nuevo pueblo, intentando con escaso éxito cambiar ciertas costumbres y hábitos relacionados con el papel de la mujer, los pobres, etc. Su lucha social se verá anulada constantemente por unos dirigentes incapaces de cambiar nada y una población acostumbrada a la inercia acumulada tras muchos años.
Esta parte de la novela, la más larga pero realmente interesante, nos permitirá conocer por dentro la dinámica de un palacio indio, las tensas relaciones entre musulmanes e hindúes, la vida en los poblados perdidos de la India, las costumbres de la alta sociedad (peleas de codornices, combates de cometas, recitales poéticos, etc…), a través del entorno en el que se movió la protagonista.
Su relación con el rajá no fue todo lo bien que Selma esperaba, lo que le llevó a pasar por todos los estados anímicos posibles, al encierro en el palacio, o a querer u odiar a todo el que la rodeaba. Para su sorpresa, Selma queda embarazada de Amir, lo cual le aporta un clavo ardiendo al que aferrarse para no acabar tirando su vida por la borda. Convencida de querer salir del agobiante entorno que la oprime en la India, convence al rajá para que le permita viajar a París para dar a luz. Y es ahí donde finaliza este agotador viaje.
París
Selma llega a París junto al fiel Zeynel en 1939, poco antes de que se desate la Segunda Guerra Mundial. Sobre este último episodio no quiero descubrir nada de la trama, sólo decir que se verá envuelta en algunos acontecimientos sorprendentes -además de vivir la invasión alemana de la capital francesa-, que llevarán la novela hasta su final de manera trepidante y bastante emotiva.
En definitiva, una novela que me ha enganchado desde la primera página, bien escrita, y con la que he aprendido mucho sobre una época y unos lugares fascinantes, que recomiendo a cualquiera que tenga interés en pasearse por la ciudad de los últimos sultanes otomanos, asistir a un baile en una rica mansión libanesa, conocer los entresijos de un palacio indio o vivir en primera persona la toma de París. ¿Alguien puede resistirse?

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