150 personas participan en el montaje de la obra que podrá verse en L'Auditori de Barcelona hoy y mañana
Desde que en 1938 el compositor Carl Orff pusiera música al Carmina Burana, un texto medieval que canta a la vida, al placer y al sexo, la composición se convirtió en uno de los hits de la música clásica de todos los tiempos. Ahora, La Fura dels Baus ha dado una vuelta de tuerca a la obra y ha creado una "cantata escénica" en la que coro y cantantes deambulan y vuelan sobre el escenario en el más puro estilo furero.
Estrenada el pasado agosto en la Quincena Musical de San Sebastián, el montaje reúne sobre el escenario a 150 personas entre los cantantes del Orfeón de Pamplona y los músicos de la orquesta de Castilla y León creando una "experiencia sensorial para todos los públicos cercano a las fiestas mediterráneas en las que no falta el perfume, el vino, el amor y la pasión" según Carlus Padrissa, director de la Fura.
La obra, con un presupuesto de 500.000 euros, podrá verse mañana y pasado en L'Auditori de Barcelona y luego viajará a San Petersburgo, Montpellier y a varias ciudades de Italia, con la voluntad de alcanzar las 100 representaciones.
Padrissa ha explicado que la obra se trata de "una pieza ideal" para acercar a nuevos públicos al teatro, con una música "muy fácil, que quiere ser escenificada". Para demostrarlo ha sacado un teléfono móvil en el que tenía grabada la obra y encima de la música ha superpuesto su grave voz: "Esto es Documentos TV" y "¿Dónde está el dinero del Palau?", en referencia a los hechos que ha vivido este centro musical catalán en los últimos meses.
Sobre este tema, Josep Maria Prat, director de Ibercamera y de la agencia Camera, productora del espectáculo, ha abogado por un "cambio radical de modelo en el Palau de la Música tras la destitución de la cúpula encabezada por Félix Millet" y ha pedido a los poderes públicos "que no controlen la música, y el arte, para que adquiera su máxima expresión".
Prat aseguró que en Barcelona "tras la etapa en la que se han construido grandes infraestructuras toca ahora encontrar la excelencia y hacer que la ciudad recupere su papel de referencia dentro de la música". Según Prat, a principios de siglo XX existían en Barcelona siete teatros que programaban ópera y que aquí fue el segundo lugar del mundo en el que se representó el Parsifal de Wagner. "Ahora no sería posible", afirmó
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