El Museo del Prado recupera la figura de Juan Bautista Maíno, pintor poco conocido entre el gran público y, al mismo tiempo, figura clave del primer tercio del XVII.
Fecha de Inicio: 20/10/2009Fecha de Finalización: 31/01/2010
Genero: Pintura
Horario: de martes a domingo y festivos, de 9 a 20 h. Días 24 de diciembre, 31 de diciembre y 6 de enero, de 9 a 14 h. Cerrado todos los lunes (incluidos los lunes festivos), 1 de enero, 1 de mayo, 25 de diciembre y Viernes Santo.
Precio: Entrada: 8 euros. Con carné joven o de estudiante: 4 euros. Entrada gratuita: de M a S de 18 a 20 h. y D de 17 a 20 h.; menores de edad y jubilados, todos los días. Venta ant. (7 euros) y reserva de hora en el tel. 902 107 077 o en www.museodelprado.es
Tras el éxito fulgurante de la antológica sobre Joaquín Sorolla, el Museo del Prado arranca la temporada 2009-2010 con una cuidada exposición monográfica dedicada a Juan Bautista Maíno (1581-1649), uno de los artistas más desconocidos para el gran público de la pintura española de la primera mitad del siglo XVII. La muestra presenta casi toda la producción conocida del autor -37 obras- más una selección de 26 pinturas de otros artistas españoles e italianos de la época, entre ellos Velázquez y Caravaggio, que ayudan a contextualizar sus composiciones.
De las casi 40 obras de Maíno, siete son atribuciones recientes que podrán verse por primera vez en la muestra. También hay algunas pinturas que sólo se conocían por reproducciones fotográficas y otras que han sido exhibidas en muy pocas ocasiones y que en ningún caso habían sido puestas en relacion con el conjunto de la obra del artista. Entre sus trabajos más memorables destacan San Pedro Arrepentido, procedente de la galería Barbié de Barcelona; Magdalena Penitente, de una colección particular suiza; Santo Domingo en Soriano, del Museo del Ermitage de San Petersburgo, o las diez pinturas que conforman su obra maestra, el Retablo de San Pedro Mártir, proveniente del antiguo Museo de la Trinidad de Toledo y hoy parte de las colecciones del Prado. Los cuatro lienzos de gran tamaño que constituyen la parte más destacada de esta producción, y entre los que brillan la Adoración de los Magos y la Adoración de los pastores, son obras fundamentales de la mejor pintura española del siglo XVII.
El resto de la exposición, que da cuenta de la formación en Roma del artista y de su amistad con otros autores españoles contemporáneos, está compuesta por obras del Greco, Tristán, Orrente, Núñez del Valle, Gentileschi, Reni, Saraceni, Cavarozzi, Elsheimer o los ya mencionados Velázquez y Caravaggio.
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